Ya está aquí el 2024. No sé si sois de los de pedir deseos para el nuevo año, si es así que se os cumplan todos.
Hay muchas formas diferentes de vivir la salida y entrada de un año nuevo y también de sentirla y afrontarla. Depende generalmente de tus costumbres, pero también de la edad, de tu situación actual, de tu ánimo. Para muchos es una noche de celebración porque se le da la bienvenida a un nuevo año, lo que se traduce en que seguimos aquí, que seguimos disfrutando de esto. Para otros no es más que otro día del año, como los otros 364 restantes. Sea como fuere, se pone de manifiesto la gran diversidad de costumbres y de puntos de vista que tiene la vida en toda su amplitud.
El día de nochevieja por la noche, al felicitar el año a un amigo y antiguo compañero de trabajo y decirle aquello de “que lo paséis muy bien esta noche y que el año próximo os traiga muchas cosas buenas” me contestó “Nos conformamos a estas alturas con que no nos traiga muchas malas. Un beso y feliz entrada de año”.
La contestación de otra felicitación de una amiga fue totalmente distinta, “El 2024 va a ser un gran año, un año en el que voy a conseguir la recompensa laboral que llevo trabajando tanto tiempo, la recompensa de todo mi esfuerzo”
Es curioso ver lo diferente que puede ser una misma cosa, según la perspectiva desde la que se mire, y cada uno tenemos la nuestra propia. Esto es bueno porque define nuestra personalidad, nuestra forma de ver la vida, la diversidad que ésta tiene, pero también es importante saber cambiar la perspectiva al mirar algunas cosas, ya que los resultados que vamos a obtener y la satisfacción con ellos no van a ser los mismos. A veces diferentes caminos llegan al mismo sitio.
Cada persona tiene su visión, su interpretación y su valoración pero SIEMPRE es importante, ser capaces de ver las cosas desde otro punto de vista, desde otra perspectiva, desde el consejo o profesionalidad de otra persona, porque esto no solo mejora nuestra capacidad para manejar las dificultades y reduce nuestro malestar, sino que nos ayuda a ver que hay diferentes opciones, diferentes soluciones y que muy probablemente todas ellas sean igual de validas pero muy diferentes los resultados que obtengamos de ellas. Como dice Joaquín Sabina en una de sus canciones “Nadie me tiene que decir que dos y dos no suman cuatro”. La vida y la forma de verla no son una ciencia exacta. Lo mejor que el mundo tiene está en todos los mundos que el mundo contiene.
La moda no se escapa de esto, la perspectiva con la que se mira una prenda, hará que la misma nos interese o no. Ver una prenda que te resulte bonita, cómoda y versátil, práctica en tu día a día, hará que le prestes mucha más atención, pero como el día a día de cada persona es muy diferente, y la forma de vestir muchas veces está condicionada por el trabajo, unos mostrarán interés por los vestidos, otros por las camisas, otros por las camisetas, otros por los zapatos de tacón, otros por las zapatillas deportivas, ….
En Victoria Eugenia apostamos por prendas cómodas, versátiles y que te permitan ir más elegante o más informal, según el look que necesites para cada ocasión o que simplemente te apetezca llevar, y para seguir adelante con este proyecto, al 2024 le pedimos que sepamos crear lo que os guste, que estemos a la altura, ya que las ganas e ilusión están intactas.
FELIZ 2024!! Que os traiga muchas cosas buenas y si puede ser ninguna mala.