Enero no solo es el primer mes del año, es un mes que a pesar de que cuando nos ponemos en serio ya han venido los Reyes y han empezado las rebajas, lo que se traduce en que han pasado mínimo los 6 primeros días, se hace muy largo. Es el mes donde se piensan los nuevos propósitos para el año que empieza, con muy buenas intenciones pero que alguno de ellos, por no decir varios, quedan pospuestos para empezar con ellos la semana próxima, el mes siguiente e incluso vuelve a ser otra vez un propósito para el año próximo.
Creo que esto le pasa a la gran mayoría, a mi os confieso que si que me pasa. No sé si por fuerza de voluntad, porque el día se pasa y no llegamos a todo lo que queremos, porque anteponemos muchas cosas antes de pensar en las nuestras, porque siempre pensamos en los demás antes que en nosotros, porque quizá es más cómodo no hacerlo, porque cambiar la rutina es complejo…
Muy probablemente todo esto sea verdad, pero quizá también sea la excusa que buscamos para convencernos de que no lo hacemos porque no podemos y no porque no queremos.
La realidad es que intentar establecer nuevas rutinas que nos saquen de nuestra zona de confort no siempre es fácil, muchas veces necesario, pero no fácil. Admiro a esas personas que son capaces de llevar a cabo todo lo que se proponen con el esfuerzo que eso supone. Me refiero a propósitos personales, establecer una rutina diaria para ser más organizado, empezar a comer mejor, hacer más ejercicio, ver más a los amigos, ….
Otra cosa son los propósitos laborales que nos hacen empezar el año con una ilusión reforzada, para estos si que tengo la fuerza de voluntad que me falta en los otros.
Arrancamos 2024 pensando en los nuevos diseños para primavera, Semana Santa, comuniones, en nuevas colaboraciones que estamos tratando de materializar y en un empujón que mejore la visión de la web, su funcionalidad, que os haga las cosas más fáciles y otros proyectos que tenemos en mente y que queremos ir dándole forma poco a poco. Para todo esto vamos a tope, no queremos desaprovechar ni un minuto, el tiempo pasado nunca vuelve y queremos aprovechar cada segundo en avanzar y en intentar consolidar un sueño que aún tiene mucho camino que recorrer, solo estamos en el inicio. TOCA TRABAJAR Y MUCHO.
Y porque el tiempo es lo único que no pasa dos veces, ten el valor de vivir la vida que quieres, no pospongas tus sueños. Comienza a vivir tu propósito y no desperdicies tu tiempo.