La vida. Pocas palabras puedan albergar un significado tan amplio y tan diferente.
Definirla no es nada fácil, hay infinitos puntos de vista así que, como no me gustan los dilemas, para pasar de puntillas por este punto diría que la vida es una sucesión constante de días muy similares, la intensidad que queramos que tenga cada uno depende de nosotros.
Esta definición es demasiado simple, pero así es la vida, tan simple o tan compleja como queramos hacerla, eso depende de cada uno, de su visión de las cosas, de querer ser optimista antes que pesimista, de darle a cada cosa la importancia que tiene, de buscar soluciones a los problemas y aplicarlas sin machacarnos pensando siempre en ellos, de saber disfrutar, de saber minimizar las cosas malas y hacer grandes las buenas, de tener actitud positiva, de eliminar las lamentaciones, de sonreír, de pensar que somos unos afortunados aunque el día no haya sido de los mejores, de ser feliz, de pensar que después de la tempestad llega la calma, de pensar que todo es posible, que somos unos afortunados.
Pensaréis que la teoría es muy fácil escribirla, que la práctica es otra cosa mucho más compleja, pero yo no lo creo así porque la forma de afrontar cualquier circunstancia es una causa directa en el resultado obtenido de ella y eso depende de como queramos afrontarla, de cómo sepamos hacerlo, del empeño que pongamos en ello.
Es cierto que vivimos muy rápido, casi de forma automática como mencioné en un blog anterior, al final la vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes.
He escuchado en numerosas ocasiones aquello de que TODO PASA POR ALGO y LO QUE NO PASA TAMBIÉN. Las vivencias de cada uno definirán la conformidad o no con ella, pero lo cierto es que es un pensamiento muy extendido que probablemente tenga una gran parte de verdad, yo lo creo así.
Estoy totalmente convencida de que la vida es tan simple o compleja como queramos hacerla, yo soy de las primeras y eso se refleja en mi ropa, en los diseños que hago. Prendas atemporales, que nunca pasen de moda, funcionales, cómodas, elegantes con un tacón e informales con unas deportivas y prácticas, muy prácticas. Tejidos de buena calidad que se adaptan al cuerpo, confección artesanal y prendas únicas que aporten originalidad, prendas con las que nos sintamos guapas, que nos hagan disfrutar, que nos hagan la vida sencilla.
Al fin y al cabo, el tiempo que se disfruta es el verdadero tiempo vivido.